Un equipo de científicos ha descubierto cinco galaxias infrarrojas muy lejanas y brillantes, gracias a imágenes del observatorio espacial Herschel de la Agencia Espacial Europea (ESA) y que, normalmente, son muy difíciles de observar.
Los científicos lo han logrado gracias al llamado efecto de 'lente gravitatoria', que se produce cuando la luz de estos objetos distantes se curva al encontrarse en su camino con otros objetos muy masivos, que suelen ser galaxias o cúmulos de galaxias más cercanas a la Tierra. Al combinar la 'lente gravitatoria' con la tecnología del Herschel se produce un efecto "lupa" que permite "amplificar la luz y percibirla más luminosa de lo que realmente es", explicó Denis Burgarella.
Ya hace un siglo que Albert Einstein afirmó, dentro de su teoría general de la relatividad, que la gravedad de un objeto supermasivo, como por ejemplo una galaxia que contiene cientos de miles de millones de estrellas, puede provocar que la trayectoria de la luz se curve, recuerda el CSIC en una nota.
La mayor parte de la materia de las galaxias y cúmulos es "oscura", es decir, invisible para los científicos, que lo que sí pueden ver es cómo interactúa con los objetos a su alrededor. Según López-Caniego, este mecanismo de selección va a permitir buscar objetos lejanos similares en el cielo y estudiar de forma sistemática las propiedades físicas de estas poblaciones de galaxias.
Las lentes aportan información que puede contribuir a entender cómo ha evolucionado el Universo desde que dio sus primeros pasos y la naturaleza de la materia oscura. Estas galaxias albergan "brutales y muy importantes formaciones de estrellas" que son clave para tener un mejor conocimiento de los diferentes estados de evolución de las galaxias.
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