Para los deportistas la alimentación es básica de cara a mejorar su rendimiento. Algunos alimentos son más energéticos que otros, más proteicos, más ricos en azúcares... incluso algunos pueden ayudar a evitar lesiones. ¿De qué depende que los alimentos tengan ese efecto protector?
Basta con fijarse en la estructura de los músculos y los huesos para hacerse una idea de lo que puede ser beneficioso para nuestros músculos, huesos y articulaciones. En primer lugar, los huesos tienen un alto contenido en calcio, de ahí que durante su formación sea recomendable la ingesta de alimentos ricos en esta sustancia, como la leche o el queso. Igualmente, los médicos recomiendan el aporte nutricional de calcio y vitamina D durante la vejez para evitar en la medida de lo posible la pérdida de minerales en los huesos, la osteoporosis. Del mismo modo, los nutricionistas recomiendan el consumo de hierro entre los deportistas, sobre todo entre deportistas con mucho entrenamiento, corredores de largas distancias y mujeres, pues aumentan las pérdidas y la absorción intestinal es escasa.
La alimentación también puede influir en el desarrollo muscular, no solo en el óseo. Por ejemplo, como demostraba un estudio reciente publicado en la revista Cell Metabolism, una sustancia presente en la piel de las manzanas, el ácido ursólico, reduce el desgaste muscular y hace que los músculos crezcan más.
Igualmente, el colágeno es sumamente importante en relación con las articulaciones. Como explican desde Atractivas.es, los ácidos omega 3 y omega 6 son importantes, ya que facilitan la entrada de nuevas células a las articulaciones y aceleran la síntesis del colágeno por parte del organismo.
Y es que los casi 1.200 músculos de nuestro cuerpo son muy exigentes cuando se habla de nutrición. Lentejas, leche, espinacas, ajo, pescados, aceite etcétera son algunos de los alimentos que pueden ayudar a evitar las temidas lesiones.
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