lunes, 20 de octubre de 2008

MONSTER`S BALL

De vez en cuando aparece una película como "Monster´s Ball" que nos hace seguir confiando en la capacidad del cine como vehículo de emociones y sentimientos varios, y que se presenta como un rayo de esperanza que se cuela por las rendijas de lo asquerosamente cotidiano.

Sustentándose en unos tres inmensos actores principales (Billy Bob, Halle y Heath) y un guión inteligente y humano, la cinta se convierte en un tour de force contra la pena de muerte, contra el racismo, a favor de la libertad, el amor y el perdón. Podríamos decir que estamos ante una película que toca bastantes temas controvertidos para el ser humano, pero a la vez ofrece una posibilidad de salvación y redención a través de uno de sus personajes.

En definitiva, una historia muy dura, sombría, pero también real, sin ningún tipo de edulcorante que nos la haga menos cruda, y que nos enseña que en la vida hay mucho que se pierde, muchos errores que se cometen, mucho odio el que se desata.

"Monster's Ball" es, al mismo tiempo, una patada en la boca del estómago y una mano bondadosa que intenta sanar el golpe. Es tan dura la realidad que nos muestra en multitud de escenas como hermosa lo es en otras. Una rara habilidad para combinar conceptos opuestos que da como resultado una película que merece la pena revisar, las veces que a cada uno le haga falta. Para mí, se trata de una tragedia ambientada en la cotidianidad de unos seres que conviven con fenómenos como el racismo, la institucionalización de la muerte, la pobreza y las viejas tradiciones que devienen anacrónicas y execrables. Nada más y nada menos. Y, pese a todo, los personajes se mueven y se muestran naturales, obviamente porque su vida es como es, y está rodeada por todo aquello. Lo que a nuestros ojos resulta (o puede resultar) intolerable es, en el caso de los protagonistas, su hábitat.

En mi mente hay más imágenes de la película que frases:

*El gusto con el que un colosal Billy Bob Thornton se come los helados de chocolate que, fríamente (para ironizar un poquito), le pide a la inconmensurable Halle Berry.

*La desolación con la que esta última grita la muerte de su retoño o la impotencia con la que, de la noche a la mañana, contempla cómo le arrebatan su casa.

*Y esa histeria que le lleva a los brazos de Hank, culminando en el que es, posiblemente, el mejor coito cinematográfico en lo que llevamos de década: recuerdo perfectamente que sufrí una erección viendo a estas dos bestias "sintiéndose bien", desahogando sus males de la forma más hermosa que existe.

* La escena en la que "entrevista" a Berry es soberbia, y borrar de la mente el rostro lleno de odio de Boyle es muy difícil.

*La madre pegando al niño por comer chocolatinas sin conciencia.


En conclusión voy a decir dos frases:


La atmósfera consigue hipnotizarte.


En Hollywood todavía hay vida inteligente.


Ahora mirad el trailer y aunque sea en inglés comprenderéis perfectamente todo:






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