sábado, 9 de octubre de 2010

SEABISCUIT

SIPNOSIS: En el invierno de 1937, Norteamérica vivía el séptimo año de su década más catastrófica. La economía había sufrido un crash y millones de personas habían perdido su trabajo, sus ahorros y su hogar. Una nación que extraía su audacia de la quinta esencia americana de que el éxito está al al-cance de todo el que trabaje por obtenerlo, se encontraba desilu-sionada al verse sumergida en una pobreza insuperable. Las perso-nas más emprendedoras se veían poseídas por el miedo, el fatalis-mo y la desesperación. Tanta devastación propició la aparición de nuevas y poderosas fuerzas sociales. En febrero de 1937, conver-gieron todas estas nuevas fuerzas sociales y tecnológicas. Nacía la era moderna del estrellato. La maquinaria de la fama estaba a punto de ponerse en marcha. Sólo necesitaba un protagonista. En ese momento particular, Seabiscuit, el caballo ceniciento, rompió records en el handicap de Santa Anita. Algo hizo clic: ¡había nacido una estrella!

"Seabiscuit" es una historia hermosa de superación personal, de segundas oportunidades y de orgullo personal. Los obstáculos retrasan, pero no determinan a la persona que posee espíritu seguro y confianza en sí misma. Los reveses pueden ser un escollo fácil de sortear si hay ímpetu por mejorar día a día.
Gary Ross utiliza para esta cinta un guión sencillo, efectivo y conmovedor. Las situaciones van construyendo una bonita historia de obtención de objetivos y de logro personal, de curación de heridas mediante la satisfacción que un simple animal nos puede brindar. Los protagonistas se curan de sus respectivas heridas mediante la sublimación.
Un filme para ser vivido con intensidad y emoción, no son pocos los momentos en que los más nobles sentimientos afloran a la superficie del relato, y ello es válido porque no sólo se cuenta e informa en esta cinta, sino que también se enseña.

Todos los papeles están perfectamente bien actuados pero destaca Chris Cooper en un rol secundario deslumbrante, y todo ello acompañado por un gracioso aporte del siempre lúcido William H. Macy.

Los diferentes personajes que aparecen en esta película, si bien todos se relacionan en una familia casi recién formada, esconden cada uno a su vez, historias trágicas. No obstante son capaces de ponerse a trabajar en el mismo bando para salvar a un caballo sin "darse cuenta que es él quien les salva".

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