jueves, 14 de febrero de 2013

Doncic, el prodigio de 13 años del Madrid de baloncesto: "Cuando juego siento lo mismo que cuando sueño"

Un chaval de 13 años consiguió arrancar la única sonrisa al Madrid en la Copa. Luka Doncic, el escolta esloveno, le dio al club blanco el título de la Minicopa, el primero de su historia tras 10 participaciones que siempre acabaron en manos de Barça o Joventut. El prodigio fue el mejor en la paliza en la final ante los azulgranas (47-71). Es un consuelo de futuro para los blancos.

Doncic firmó 25 puntos, 16 rebotes, tres asistencias y cinco robos en el partido definitivo. Fue elegido MVP del torneo tras promediar 24,5 puntos, 13 rebotes, cuatro asistencias, seis recuperaciones y 38,5 de valoración. Otro motivo para la comparación con Ricky, con quien los especialistas en cantera le adivinan semejanzas. "Cuando juego, siento lo mismo que cuando sueño", dice Doncic.

El Madrid le fichó el verano pasado procedente del Olimpia de Ljubljana. Ya le había permitido participar en la Minicopa del año pasado y fue en un torneo disputado en Roma cuando se decidió a incorporarle. Allí firmó 54 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias en la final después de haber hecho 41 en semifinales. Los blancos le firmaron un contrato de cinco años, hasta la mayoría de edad.  

Enseñar, no convencer

Le pretendían muchos grandes equipos de Europa, pero "él quería jugar de blanco", cuenta su padre, el ex jugador Sasa Doncic. Alberto Angulo, director de la cantera madridista, da su versión: "Nosotros no convencemos a los chicos. Sólo les enseñamos nuestra manera de trabajar". Las razones nunca son económicas. A los chicos se les ofrecen becas para que sus familiares puedan costearse un viaje y una estancia en Madrid para verles.



Los jóvenes extranjeros que crecen en la cantera no viven con sus padres, que siguen en sus países de origen. "Es duro sacarles de casa, porque es todo nuevo para ellos y son muy jóvenes, pero así se adaptan al país, la comida...", explica Angulo. Los chicos viven en una residencia del club. Allí también hay 49 promesas del fútbol. Entre las 12 del baloncesto hay chavales de lugares tan dispares como Senegal, Congo, Suecia, Brasil y Eslovenia, cuna de Doncic.

El escolta es el líder de una generación, la del 99, en la que el Madrid tiene depositadas muchas esperanzas. Por eso, desde el club no quieren que la Minicopa se atribuya sólo a Doncic. "Destacan todos, aunque él por encima, pero es fruto del trabajo que desde hace tres años se ha hecho con todos estos jugadores", analiza el director de la cantera madridista.

Una amplia red de ojeadores, el interés de Laso por que los jóvenes ayuden al primer equipo y la coincidencia de unas buenas generaciones han revitalizado la fábrica del baloncesto blanco. "Nos hacía falta un triunfo así, mediático, para recompensar la labor de nuestro día a día", sentencia Angulo. Seguro que no será el último.

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