domingo, 17 de marzo de 2013

Un planeta verde-azul con nubes blancas, ¿el anhelado gemelo terrestre?

Un ejército de cazaplanetas rastrea en el universo un mundo lo más parecido a la tierra. ¿Existirá un gran hermano rocoso, con la fórmula ideal que permita el desarrollo de la vida?
Tras una búsqueda de 20 años, un grupo de astrónomos confirmó la existencia del primer planeta conocido más allá del Sistema Solar del que, aunque todavía no se conocen del todo sus características, ha provocado un gran entusiasmo entre los científicos.

El exoplaneta Kepler-22b, descubierto en diciembre de 2011, podría ser el tan anhelado gemelo terrestre. Hasta ahora, la NASA lo representa como un planeta verde-azul con algunas nubes blancas, agua y un tamaño 2.4 veces mayor al de la Tierra.
El astro se localiza en una zona habitable, a una distancia de su estrella que, de acuerdo con los cálculos científicos, podría permitir la existencia de condiciones para albergar vida.
Hace tres años, la NASA realizó el lanzamiento del Telescopio Espacial Kepler, cuyo objetivo es encontrar nuevos planetas extrasolares y estudiar aquellos que puedan tener características similares al nuestro, por estar girando alrededor de estrellas parecidas al Sol.
El artefacto ha reportado más de 2,326 candidatos a planetas extrasolares, de los cuales, el Kepler-22b encabeza un grupo de 48 con grandes posibilidades de parecerse a la Tierra.
De estos exoplanetas, 207 (8.9%) son aproximadamente del tamaño de la Tierra; 680 (29%) son supertierras —planetas rocosos, como el nuestro, pero que son de 2 a 10 veces más grandes— 1,181 (50%) tienen un volumen similar al de Neptuno; 203 (8.7%) son como Júpiter y 55 (2.5%) son más grandes que el quinto planeta de nuestro Sistema Solar.
"Nos enfocamos en los planetas para los que fue diseñado el Telescopio Espacial Kepler: aquellos que no solo son del tamaño de la Tierra, sino que también son potencialmente habitables", explica Natalie Batalha, del equipo científico de Kepler en la Universidad Estatal de California en San José, Estados Unidos.


La obsesión de los científicos por encontrar un mundo lo más parecido a la Tierra se debe a que nuestro planeta es el único, hasta ahora, que ha demostrado tener la fórmula perfecta para el desarrollo de la vida. Por eso, la misión es localizar exoplanetas "terrestres".
El planeta gemelo de la Tierra, en teoría, debe tener una estrella parecida a nuestro Sol, con una distancia similiar entre ambos, lo que permitiría contener agua líquida. Su tamaño, temperatura, composición y atmósfera también deben ser similares.
El grupo de astrónomos del Laboratorio de Habitabilidad Planetaria (PHL) de la Universidad de Puerto Rico encontró que son 2 los exoplanetas que sobresalen por sus criterios de habitabilidad: Gliese 581 d y HD 85512b.

El astrónomo Seth Shostak, del Instituto para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés), confía que dentro de 25 años se podría detectar una civilización extraterrestre.
Sostiene que nuestra comprensión actual del origen de la vida en la Tierra sugiere que, en un ambiente adecuado y con el tiempo suficiente, la vida se puede desarrollar en otros planetas. ¿Por qué no?
Este es un fragmento de un artículo publicado en la edición de febrero de 2013 de la revista Quo, que es parte de Grupo Expansión, una empresa de Time Inc. La firma edita en México 17 revistas y siete sitios de internet, entre ellos CNNMéxico.com

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