jueves, 19 de febrero de 2015
HALF NELSON
Sinopsis: Dan Dunne (Ryan Gosling), un profesor de un conflictivo instituto de Brooklyn, es adicto a las drogas. Cuando Drey, una problemática estudiante, descubre su secreto, nace entre ambos una insólita amistad.
"Lo que hace diferente a 'Half Nelson' es la ejecución; el tipo de sutileza en el guión, la dirección y las interpretaciones que raras veces se ve." Kenneth Turan: Los Angeles Times
"Un convincente drama que instaura a Ryan Gosling como uno de los mejores actores de su generación. (...) hipnótica y sensible interpretación" Claudia Puig: USA Today
"Excelente Ryan Gosling en la estimable 'Half Nelson'. (...) Fleck ejecuta elegantes elipsis narrativas que otorgan al producto un aspecto un tanto desconcertante pero al mismo tiempo muy sombrío, palpitante a fuerza de silencios" Javier Ocaña: Diario El País
Él es blanco. Ella es negra.
Él es profesor. Ella su alumna.
Él es drogadicto. Ella no se droga, pero se le da muy bien cortar coca.
Ambos tienen un ‘amigo’ en común: El camello del barrio.
Ambos están solos: Perdidos en la vida.
Ambos ‘conectan’: Ella conoce su secreto.
El tema no es nuevo, pero sí la forma de tratarlo desde la envoltura del cine independiente rozando el documental.
Todo resulta creíble. Los actores pasan a ser personajes: Personas al otro lado de la pantalla.
Ryan Fleck al parecer había realizado un corto similar dos años antes (“Gowanus, Brooklyn”) pero no podría imaginar que Ryan Gosling y Shareeka Epps estarían tan inspirados: Ser tan humanos y que el primero fuese candidato al Oscar.
“Half Nelson” habla de derechos sociales tomando la memoria y la historia como referencia, pero narra al mismo tiempo los derechos de elegir una vía de escape de sus protagonistas, de encontrarse a sí mismos. Una de las películas más sinceras y creíbles del 2006 y que no tiene un Oso o una Palma de Oro porque no es europea, aunque los Independent Spirit Awards no opinen lo mismo.
Y que una historia de los opuestos, como la que retratan los alumnos cuando toman la palabra en clase de historia, se convirtiese en una señal de único sentido: Escapar de la condena impuesta por la vida mediante el libre albedrío si se lo permite su ‘media naranja’.
Lo primero que uno piensa cuando ve los primeros 25 minutos de Half Nelson es que suena a chiste malo que la academia premiara al sobre actuado Forest Whitaker y no al convincente, brillante, melancólico, decadente y triste Ryan Gosling. A partir de ahí uno ya no tiene mucho tiempo para pensar en cosas tan banales, porque el filme de Fleck te atrapa, te coge las entrañas, y lo que es peor aún: te identifica irremediablemente con el personaje de Gosling, ese profesor adicto al crack autodestructivo, que a la vez que pide auxilio a gritos rechaza cualquier tipo de ayuda, que se destruye poco a poco cada día sencillamente porque es incapaz de construir su vida. Esta película te hace pensar en la soledad con mayúsculas, en la destrucción sin más, en la decadencia del ser humano. Por si fueran pocos todos estes sentimientos y emociones, Fleck construye con excelente pulso narrativo la historia de la magnífica Shareeka Epps, inserta profundas reflexiones históricas sobre los derechos civiles y se atreve a robarle la carcajada al espectador por medio de chistes malos. Punto y a parte merece la excelente escena de la cena familiar donde descubrimos a unos padres más perdidos incluso que el propio hijo y que siguen anclados en tiempos mejores.
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