martes, 7 de abril de 2015

LA EYACULACIÓN FEMENINA Y SU COMPLEJIDAD

El fenómeno de la eyaculación femenina es un territorio relativamente moderno de estudio. Su naturaleza ha estado sujeta a especulaciones debido, sobre todo, a su extendida difusión entre el mercado del contenido pornográfico. Pero, ¿existe la eyaculación femenina? Sí, no se trata de ningún mito y un equipo de investigadores del hospital Parly II de Le Chesnay (Francia) ha profundizado en esta consecuencia del orgasmo que provoca tanta confusión y discusión respecto a las mujeres.

Para ello, los científicos realizaron un experimento con siete mujeres capaces de hacer squirting a voluntad. Todas ellas entregaron una muestra de orina; después, una máquina de ultrasonidos (que utiliza ondas sonoras para obtener imágenes de la vejiga) confirmó que la vejiga estaba vacía. A continuación, se pidió a las mujeres que se masturbaran en el laboratorio (tal y como hemos podido ver en series de TV como “Masters of Sex Globo de oro a la Mejor Serie Dramática de 2013) durante el tiempo que fuese necesario hasta que alcanzaran el orgasmo. Justo antes del orgasmo, se realizó una nueva ecografía y, posteriormente, tras este, se tomaron muestras del fluido expulsado y se llevó a cabo un nuevo ultrasonido.

Los resultados revelaron que, a pesar de haber orinado, las vejigas de todas ellas se habían llenado por completo, lo que explicaría esa sensación tan común de todas las mujeres de necesitar ir al baño tras completar una relación sexual. Lo sorprendente fue que en el último ultrasonido, las vejigas aparecían completamente vacías.

Los análisis de las muestras demostraron que el líquido expulsado mediante el orgasmo presentaba varios químicos que se encuentran en la orina y el antígeno prostático específico (una proteína producida por la glándula prostática en los hombres y que en las mujeres se obtiene en las glándulas de Skene o glándulas uretrales) que no se encontraba en la muestra de orina inicial.

El estudio ha sido publicado en la revista The Journal of Sexual Medicine, permite “reconciliar la controversia entre los fluidos que muchas mujeres reportan expulsar durante el orgasmo: evidentemente hay dos tipos diferentes de fluidos con dos fuentes diferentes. Ya sea que alguno tenga un papel fisiológico o no –es decir, que cumplan alguna función adaptativa– no se sabe”, explica Barry Komisaruk, de la Universidad de Rutgers.

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