lunes, 17 de agosto de 2015

Carolina Marín revalida su título de campeóna del mundo de Badminton (Incluye partido de la final)


La onubense Carolina Marín revalidó este domingo su título de campeona del mundo de badminton al superar en dos sets a la india Saina Nehwal, con lo que se convierte en la primera jugadora no china que consigue reeditar el oro en un Mundial.

Marín tardó justo una hora en doblegar a una rival a la que solo había logrado ganar en el último de sus cuatro enfrentamientos, el pasado mes de marzo en el Yonex All England. Como entonces, la campeona del mundo tuvo que poner en juego todos sus recursos y algo más.

La final de Yakarta entre las dos mejores del mundo se atuvo a lo previsto, un duelo entre el juego agresivo de Carolina Marín, que siempre asumió más riesgos, sobre todo en la red, y el de Nehwal, más pausado y buscando enviar el volante al cuerpo de la española para forzar sus errores.

Después de adjudicarse la primera manga por 21-16 en el cuarto punto del que dispuso, la española empezó la segunda sobrepasada por Nehwal, pero en una reacción espectacular el peor momento del partido, en el que tuvo una clara desventaja, y acabó imponiéndose 21-19 en el segundo punto de partido.

“Puedo porque pienso que puedo
 
Este es uno de los eslóganes vitales que guían la trayectoria de Carolina Marín, una deportista muy activa en las redes sociales, inconformista, autocrítica y, sobre todo, extraordinariamente positiva, como la inmensa mayoría de los pioneros en deportes minoritarios.

La andaluza tiene un icono: Rafael Nadal. No oculta su admiración por el tenista balear, al que trata de emular en su gestualidad en la pista y en su manera de celebrar puntos y victorias. Ambos son zurdos, tienen garra, carácter competitivo, una precocidad insultante y una progresión meteórica en la alta competición.

Carolina Marín no tiene aún el mismo palmarés de Nadal, pero en su ámbito suma dos títulos mundiales consecutivos, algo que solo han conseguido tres jugadoras chinas. En 2012 fue olímpica en Londres, donde la Li Xuerui, posteriormente plata, le impidió llegar más lejos.

Desde muy joven se convirtió en dominadora nacional, pero tenía claro que sus metas eran más altas y cómo llegar a ellas. Ante chinas, indias, coreanas o indonesias siempre reaccionó con motivación por acercarse a su nivel en lugar de mostrar excesivo respeto. Optó por ser osada, las estudió, y siempre se exigió un poco más.

Siete años han pasado desde que Marín dejó Huelva para trabajar en Madrid con Fernando Rivas como entrenador. No había transcurrido mucho tiempo desde que esa niña que taconeaba en las clases de flamenco fue un día a jugar al bádminton con una amiga y al final cambió de afición.
Sus primeros pasos fueron guiados por Paco Ojeda, alma máter del CB IES La Orden, una familia donde se crió la que se ha convertido en alternativa a la hegemonía oriental en el badminton, una pionera con la garra de Nadal que hoy volvió a hacer realidad uno de sus lemas favoritos

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