Un ejército de cazaplanetas rastrea en el universo un mundo lo más
parecido a la tierra. ¿Existirá un gran hermano rocoso, con la fórmula
ideal que permita el desarrollo de la vida?
Tras una búsqueda de 20 años, un grupo de astrónomos confirmó la
existencia del primer planeta conocido más allá del Sistema Solar del
que, aunque todavía no se conocen del todo sus características, ha
provocado un gran entusiasmo entre los científicos.
El exoplaneta Kepler-22b, descubierto en diciembre de 2011,
podría ser el tan anhelado gemelo terrestre. Hasta ahora, la NASA lo
representa como un planeta verde-azul con algunas nubes blancas, agua y
un tamaño 2.4 veces mayor al de la Tierra.
El astro se localiza en una zona habitable, a una distancia de su
estrella que, de acuerdo con los cálculos científicos, podría permitir
la existencia de condiciones para albergar vida.
Hace tres años, la NASA realizó el lanzamiento del Telescopio Espacial Kepler, cuyo objetivo es encontrar nuevos planetas extrasolares
y estudiar aquellos que puedan tener características similares al
nuestro, por estar girando alrededor de estrellas parecidas al Sol.
El artefacto ha reportado más de 2,326 candidatos a planetas extrasolares, de los cuales, el Kepler-22b encabeza un grupo de 48 con grandes posibilidades de parecerse a la Tierra.
De estos exoplanetas, 207 (8.9%) son aproximadamente del tamaño de la
Tierra; 680 (29%) son supertierras —planetas rocosos, como el nuestro,
pero que son de 2 a 10 veces más grandes— 1,181 (50%) tienen un volumen
similar al de Neptuno; 203 (8.7%) son como Júpiter y 55 (2.5%) son más
grandes que el quinto planeta de nuestro Sistema Solar.
"Nos enfocamos en los planetas para los que fue diseñado el
Telescopio Espacial Kepler: aquellos que no solo son del tamaño de la
Tierra, sino que también son potencialmente habitables", explica Natalie
Batalha, del equipo científico de Kepler en la Universidad Estatal de
California en San José, Estados Unidos.
La obsesión de los científicos por encontrar un mundo lo más parecido
a la Tierra se debe a que nuestro planeta es el único, hasta ahora, que
ha demostrado tener la fórmula perfecta para el desarrollo de la vida.
Por eso, la misión es localizar exoplanetas "terrestres".
El planeta gemelo de la Tierra, en teoría, debe tener una estrella
parecida a nuestro Sol, con una distancia similiar entre ambos, lo que
permitiría contener agua líquida. Su tamaño, temperatura, composición y atmósfera también deben ser similares.
El grupo de astrónomos del Laboratorio de Habitabilidad Planetaria
(PHL) de la Universidad de Puerto Rico encontró que son 2 los
exoplanetas que sobresalen por sus criterios de habitabilidad: Gliese 581 d y HD 85512b.
El astrónomo Seth Shostak, del Instituto para la Búsqueda de
Inteligencia Extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés), confía que
dentro de 25 años se podría detectar una civilización extraterrestre.
Sostiene que nuestra comprensión actual del origen de la vida en la
Tierra sugiere que, en un ambiente adecuado y con el tiempo suficiente,
la vida se puede desarrollar en otros planetas. ¿Por qué no?
Este es un fragmento de un artículo publicado en la edición de febrero de 2013 de la revista Quo, que
es parte de Grupo Expansión, una empresa de Time Inc. La firma edita en
México 17 revistas y siete sitios de internet, entre ellos
CNNMéxico.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario