El síndrome del nido vacío es una sensación general de soledad que los padres u otros tutores pueden sentir cuando uno o más de sus hijos abandonan el hogar. Aunque es más común en las mujeres, puede ocurrir en ambos sexos. El matrimonio de un hijo o hija puede provocar sentimientos parecidos, ya que el papel e influencia de los padres a menudo se vuelve menos importante que el del nuevo cónyuge.
Un lazo maternal o paternal fuerte entre uno o ambos padres y su hijo puede empeorar esta condición. El papel de un padre cuando el hijo aún vive con ellos es más inmediato y cercano que el que es posible cuando viven en diferentes hogares, particularmente si la distancia física entre uno y otro significa una mayor dificultad para visitarse.
Factores sociales y culturales
El síndrome del nido vacío se ha vuelto más importante en los tiempos modernos a medida que las familias extendidas son menos comunes que en las generaciones pasadas y las personas de la tercera edad empiezan a vivir solos. En muchas culturas, como las de África, India, Medio Oriente y el Este Asiático, los ancianos son altamente estimados y se considera que sus descendientes tienen la obligación de cuidarlos y respetarlos. En contraste con la mayoría de las sociedades occidentales, las familias extendidas son comunes en esas regiones. Sin embargo, a medida que las ciudades adoptan costumbres occidentales como parte de su industrialización, los valores están cambiando gradualmente. En una sociedad moderna, a veces resulta inconveniente o no resulta práctico vivir con uno de los padres o cuidar de ellos exhaustivamente. Esto también se aplica si dichos padres fueron abusivos o represivos. El síndrome del nido vacío también está empezando a surgir en culturas donde los valores tradicionales entran en conflicto con la occidentalización de las costumbres, siendo un claro ejemplo el de la sociedad en Hong Kong.
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