Antes de cruzar la meta, Álex Alfonso Cujavante Luna estaba tan feliz de sentirse ganador de la medalla de oro en los veinte mil metros eliminación juvenil del Mundial de Patinaje, que, absorto en una dicha prematura, con los brazos elevados al cielo y buscando con la mirada a sus padres, ubicados en las tribunas, no se dio cuenta de que a escasos centímetros de la raya de sentencia, el coreano Sang Cheol arruinó su dicha al pasar de primero con un 'golpe de patín'.
"Me desconcentré porque iba a hacer historia, pues era mi primera competencia en el Mundial y me creí el campeón del mundo", le confesó a EL TIEMPO el patinador, con un tono de voz entre lastimero y avergonzado.
Pero, tan pronto se dio cuenta de su error, Álex corrió donde su padre, lo abrazó y no paró de llorar por un buen rato. Nadie lo regañó. Cujavante contó que, en vez de eso, recibió mucho apoyo por parte de su familia, de sus compañeros de la Selección Colombia y del técnico del equipo, Elías del Valle.
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