Es un tipo bajito con un apellido endemoniadamente complicado de pronunciar. Lo sufrió en sus propias carnes el músico y presentador británico Jools Holland, que no acertó a decirlo correctamente en toda la noche. El músico se tomó con humor la circunstancia: "Me llaman de todo tipo de formas, Michael Kiwa-nin-nin-nooko, Keena-wooka, Kawashi...". Pero no, su nombre es ¡KIGUANUKA! y está siendo unos de los nombres musicales de este 2012.
Si lo retro cotiza al alza es porque determinada gente piensa que dentro de poco saldremos de escombros tecnológicos y nos daremos cuenta de que lo auténtico es lo que vale la pena. Y ahí entra Kiwanuka: un músico obsesionado con los años sesenta y setenta, que graba con cachivaches de aquella época y que modula su portentosa voz como lo hacía hace 40 años Otis Redding. "Me inspiran músicos como Redding, Bob Dylan o Bill Withers", y se olvida de citar a unso cuantos. Cuando el pasado verano la BBC empezó a pinchar su canción de aroma soul setentero "Tell me a tale", los oyentes que no se quedaron con el nombre llamaron a la emisora apostando a que era el nuevo disco de Al Green. ¿O quizá se trate de un tema que Van Morrison olvidó incluir en su Astral weeks, de 1968? La BBC (esa emosira, que tozudamente se empeña en ir contracorriente al programar música de calidad) emite un veredicto anual en el que casi 200 especialistas señalan al músico joven con más talento para despegar. Se llama BBC Sound of... y para 2012 se decantaron por Michael Kiwanuka.
Las raíces hay que buscarlas en África, en Uganda, de donde sus padres huyeron. Se refugiaron en Londres y allí nació Kiwanuka hace 24 años. Poco de sus raíces africanas se escucha en un disco "Home Again" que debería adquirirse en vinilo, porque es a lo que sabe su música: a los años sesenta, a cálidas baladas country-soul, a música interpretadas por músicos curtidos en clubes, a mensajes cazados en iglesias gospel... Adele, que detecta lo bueno a distancia, seleccionó a Michael para ejercer de telonero en sus giras. Pero lo que era una altruista labor de madrinazgo se convirtió en un peligro: el chaval comenzó a restar protagonismo a la estrella y se cambió de telonero de forma sorpresiva después de un mes de gira.
OTRO DATO MÁS DE LA GRANDEZA DE MICHAEL KIWANUKA
TELL ME A TALE
HOME AGAIN
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