El nombre de Anthony Hopkins es de los más reconocidos en el mundo, claro que siempre asociado a Hollywood, pero es interesante saber que en el pasado no era actor, porque la música era su vida.
Así es, una de sus profesiones es compositor, ya que era solitario y con dislexia se dio cuenta que prodría dedicarse a algún arte.
Hace 50 años, Hopkins compuso un vals, pero jamás lo escuchó, simplemente escribió las notas sobre un papel que permaneció guardado por mucho tiempo.
Pero un día una llamada a la oficina en Nueva York del violinista holandés André Rieu cambió el rumbo.
El actor y su esposa son admiradores del músico, así que se le ocurrió compartirle aquellas notas que estaban `muertas´.
"Es un excelente músico. Mi esposa y yo tuvimos el mismo sueño de conocerlo personalmente algún día, por lo que le envié algunas composiciones de mi autoría", comentó Hopkins en el pasado.
El violinista tuvo el honor de `darle vida´ a esas notas en un concierto, realizado en julio de 2011, en Viena.
Anthony Hopkins escuchó por primera vez en vivo en esa gala su vals "And the waltz goes on" y su reacción fue de sorpresa, comentó en su momento que había sido más maravilloso de lo que esperaba.
Su esposa sí derramó varias lágrimas de la emoción y el público estaba eufórico.
Aunque dicho video fue compartido desde septiembre del año pasado, fue hasta ahora que se volvió viral y ya tiene más de dos millones de vistas.
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