La mañana del 30 de septiembre de 2013 los diarios digitales de todo
el mundo destacaban en sus portadas una serie de televisión cuyo final
solo se había emitido en Estados Unidos: Breaking Bad
(AMC, 2008-2013). La aventura moral de Walter White y Jesse Pinkman
suponía el último ejemplo –y uno de los más brillantes artística y
emocionalmente– de la vigencia de la tercera edad dorada que está
atravesando la ficción televisiva.
Explicar este boom, que dura ya más de una década, implica tener en
cuenta un conjunto de factores –industriales, tecnológicos, narrativos y
de audiencia– que se entrelazan, influyendo unos a otros de manera
sincrónica. A lo largo de este ensayo analizaremos cómo la televisión ha
llegado a este punto de calidad tan relevante desglosando nuestro
análisis en cinco apartados: la ubicuidad de la distribución, el salto
de calidad del producto, una mayor ambición temática, un relato cada vez
más sofisticado y un espectador activo.
Si quieres leer punto por punto éste maravilloso artículo escrito por la pagina web www.fueradeseries.com tan sólo tienes que pinchar en el siguiente enlace o en la foto anterior:
POR QUÉ LAS SERIES ESTAN DE MODA
1. Distribución: una televisión sin televisión
2. Producto: un círculo virtuoso
3. Ambición temática: una serie para ti
4. La sofisticación de la historia
5. Un espectador activo
6. Conclusión
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