
Sin heroicidades y con muchas dosis de realismo y en una Sevilla actual, y sin el folclore típico, pero con la sangre corriendo por las venas con una fuerza arrolladora se desarrolla Yo, también. Es una película arriesgada, que emociona gracias a un guión basado en las anécdotas que nos cuentan la relación entre los personajes protagonistas y secundarios.
Cuenta la historia con un sentido del humor espectacular que engancha contínuamente con los sentimientos de los personajes. Hay una manera de involucrarnos que hace que nos identifiquemos con gente que no tiene nada que ver con nosotros. Tanto la protagonista, una mujer "especial" como Daniel un hombre (síndrome de Down) sienten como nosotros, a pesar de sus características extraordinarias. Los directores han puesto todo el corazón en su película. Y esas cosas se notan, han trabajado el guión

Lola Dueñas y Pablo Pineda se vieron recompensados en San Sebastián con una Concha de Plata cada uno por sus interpretaciones, y no es para menos. Honestas miradas, suaves caricias, íntimas confesiones, etc. todo queda al servicio del espectador que pronto se dará cuenta de que a veces distintos polos pueden atraerse. Pablo Pineda exterioriza sus sentimientos como nadie, y no porque tenga un trastorno genético, sino porque hace una actuación como la copa de un pino. No hay excesos, ni giros valientes, pero sí una respetable historia, con momentos divertidos, diálogos efectivos y un loable mensaje de esperanza, tanto a la sociedad en general como a las familias que conviven con estas personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario