Ignacio Palacios-Huerta es un economista vasco que en 1995 comenzó a apuntar cómo se chutaban los penaltis para aplicarlo a la teoría de los juegos. Su trabajo, ‘Professional Play Mínimax’, fue publicado en 2003. Casualidades de la vida, un amigo de Ignacio era, a su vez, amigo del técnico Avram Grant. Cuando el Chelsea llegó a la final del 2008 –temporada en la que el entrenador era Grant- el amigo de Ignacio recordó la investigación del economista español y pensó que ésta le podría ser útil a Grant.
Ignacio elaboró un informe que establecía cuatro puntos acerca del Manchester United -rival en aquella final del Chelsea- y los penaltis:
1) Van der Sar tendía a lanzarse hacia el “costado natural” del lanzador del penalti con mayor frecuencia (no siempre) que los otros porteros. De manera que los futbolistas diestros del Chelsea tenían más posibilidades de marcar si chutaban a su lado “menos natural”, a la izquierda de Van der Sar y viceversa.
2) La inmensa mayoría de los penaltis que Van der Sar detenía eran los que le lanzaban a media altura –entre un metro y metro y medio del suelo-, y por tanto, para marcarle gol, los balones debían ir rasos o muy altos.
3) A la hora de chutar un penalti, Cristiano Ronaldo a menudo se detenía mientras corría hacia el balón. Si se detenía, era probable (85%) que disparara al lado derecho del portero. Ignacio añadía que Cristiano podía cambiar de opinión sobre donde chutar en el último momento, dependiendo de hacía donde viera que se inclinaba el portero, de modo que la clave era que el guardameta no se moviera demasiado pronto.
4) Los equipos que son los primeros en iniciar la tanda de penaltis ganan el 60% de las veces, por lo tanto no había ni que pensárselo a la hora de hacer el lanzamiento de moneda.
De todos modos, Ignacio no supo que su investigación iba a ser utilizada por el Chelsea hasta que, desde su casa

A pesar de que fue el Manchester quien empezó lanzando los penaltis, el Chelsea decidió aplicar la ‘chuleta’ que Ignacio había elaborado. Michael Ballack fue el primero de los ‘blues’ en chutar. Lo hizo hacia un punto elevado y a la izquierda de Van der Sar. Juliano Belletti marcó al chutar raso y también a la izquierda del portero.
Turno de Cristiano. El portugués tomó carrerilla, se detuvo en carrera y…el portero del Chelsea, Petr Cech, ni pestañeó, se quedó inmóvil. Consecuencia: Cech saltó a su derecha y detuvo el disparo de Cristiano.
Los cuatro siguiente jugadores del Chelsea que chutaron –Frank Lampard, Ashley Cole, John Terry y Salomon Kalou- enviaron el balón a la izquierda de Van der Sar, al igual que habían hecho anteriormente Ballack y Belleti.
El disparo de Lampard estuvo a punto de ser obstruido por el guardameta del Manchester, quien adivinó la dirección –es el margen de error que hay en toda teoría- pero el inglés chutó el balón raso y nada pudo hacer Van der Sar. Ashley Cole fue el único que no hizo caso

Van der Sar o alguien del Manchester intuyó que los jugadores del Chelsea estaban siguiendo una estrategia e imaginaron que consistía en lanzar los penaltis a la izquierda del portero holandés. No obstante, hasta el momento todos los disparos de los ‘blues’ habían ido en esa dirección.

Llegó el turno de Anelka. Mientras el francés se preparaba para chutar, Van de Sar extendió los brazos y le señaló con la mano el lado izquierdo como diciéndole “me la vas a mandar ahí, ¿no?”. Debió ser un momento estremecedor para Anelka, quien se enfrentaba a un terrible dilema. He aquí la teoría de los juegos en su versión más cruda. ¿Qué debía hacer Anelka? El francés decidió desoír los consejos de la chuleta y envió el esférico a la derecha de Van der Sar. Eso podría haber estado bien si el delantero del Chelsea no hubiera elevado el balón justo a media altura. Consecuencia: Van der Sar paró el penalti y el Manchester se llevó la Champions.
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