Una de las causas del envejecimiento de nuestras células se encuentra en una estructura denominada telómero, que se encarga de proteger al material genético alojado en los cromosomas. Cada vez que una célula se divide, por ejemplo para regenerar la piel o en caso de heridas, el telómero se va haciendo más corto hasta que las células pierden su capacidad de multiplicaci

Los experimentos fueron realizados con un tipo de gusano (Schmidtea mediterranea) que puede presentar dos formas: una sexual, y otra asexual que se reproduce por la simple división en dos mitades. Aparentemente, ambos tipos pueden regenerar indefinidamente sus tejidos, la piel, e incluso el cerebro. Los investigadores midieron la actividad de la telomerasa, una enzima encargada de mantener la longitud de los telómeros cuando la célula se multiplica, y obtuvieron unos resultados sorprendentes. En las formas asexuales la actividad de la enzima se incrementa enormemente durante los procesos de regeneración, lo que permite a las células dividirse y mantener su estructura protectora. Sin embargo esto no sucede así en las formas sexuales, lo que significa que, según publican los autores en la revista PNAS, o bien en algún momento sus telómeros se acortan, o bien que estos gusanos son capaces de mantenerlos por otros mecanismos que no impliquen a la enzima telomerasa.
"Esta investigación supone una gran contribución a nuestro entendimiento de los procesos relacionados con el envejecimiento y puede ser la base para mejorar la salud y aumentar la longevidad de otros organismos, incluidos los humanos", ha indicado Douglas Kell, Consejero Delegado del Biotechnology and Biological Sciences Research Council (BBSRC), quien ha financiado parte de la investigación.
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