SIPNOSIS: Debido a los bajos índices de audiencia del canal de televisión True TV, a la directora de programación se le ocurre la idea de seguir con una cámara a un ciudadano cualquiera las veinticuatro horas del día. El elegido es un joven sin futuro llamado Ed que vive con su familia en un barrio pobre de San Francisco. El éxito del programa es inmediato pero, con el paso del tiempo, el precio que Ed deberá pagar por la fama será demasiado alto.
Tiende a ser un aceptable producto cinematográfico que critica el inescrupuloso mundillo de los ratings televisivos. Centrándonos en la película, es muy original, entretenida y con un buen guión, es bastante buena y no quedarás decepcionado si las ves. Personalmente me gustó bastante, ya que woody y martin landau considero que son grandes actores.
El director es claro y va directo al grano al mostrarnos una película donde se exponen como “villanos” al sensacionalismo televisivo, la invasión a la privacidad, el precio de la fama, la falta de escrúpulos en los tejemanejes comerciales que hay de fondo detrás de cualquier programa de televisión basura, la falta de ética en la toma de decisiones por parte de los productores televisivos, y la tv adicción de los espectadores. Howard nos muestra la disfuncionalidad de una familia a la que se le complican más las cosas aún cuando uno de sus integrantes se transforma en el protagonista de un reality show en el cual pasa las 24 horas en las pantallas mostrando su vida íntima y social.
Un aspecto positivo de la cinta –además de su mensaje crítico- son las interpretaciones del elenco completo, especialmente la de Matthew McConaughey como Ed, el joven al que le siguen las cámaras de televisión las 24 horas para ser expuesto en un programa de reality shows. Tenemos por tanto una fresca y espontánea interpretación del actor, la cual indudablemente se destaca por el resto del reparto.
Los demás actores están un escalón más abajo, aunque –como dije anteriormente- logran transmitir muy bien las respectivas esencias de sus personajes, consiguiendo de esa manera darle cierto realismo a la cinta. En fin, Ron Howard logra una película aceptable a grandes rasgos, básicamente por la moraleja crítica de fondo y por las sobrias interpretaciones.
¿Alguien pensó en ésa época que a estas alturas habría decenas de programas como en ésta película y que triunfarían muchos de ellos?
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