La vida terrestre, según ha explicado este miércoles Steven Benner, uno de los padres de la Biología sintética y experto en el estudio de vida temprana, surgió en Marte y desde allí se trasladó a nuestro planeta, donde encontró las condiciones necesarias para prosperar. El “viaje” hasta aquí se llevó a cabo gracias a meteoritos caídos en Marte y algunos de cuyos escombros, lanzados de nuevo al espacio por la violencia de las colisiones, llegaron después a la Tierra con su preciosa carga biológica en una suerte de “carambola cósmica”. Benner ha expuesto sus conclusiones en Florencia, donde estos días se celebra la conferencia anual Goldscmidt, que reúne a 3.000 de los más prestigiosos geoquímicos del mundo.
La idea de la “migración” de la vida de Marte hasta nuestro planeta se basa en un buen número de hechos bien establecidos. Primero, cuando el Sistema Solar era aún joven, los climas de Marte y de la Tierra eran mucho más parecidos entre sí de lo que son hoy, de forma que la vida que surgiera en cualquiera de los dos mundos podría haber sobrevivido fácilmente en el otro. Segundo, se estima que han llegado ya hasta la Tierra cerca de mil millones de toneladas de rocas procedentes de Marte, arrojadas al espacio tras el impacto de meteoritos sobre la superficie marciana. Y tercero, se ha demostrado que algunos microbios son capaces de sobrevivir a estos tremendos impactos y, lo que es más, pueden mantenerse “en suspenso” durante los cientos, o miles de años de duración de su travesía espacial.
Por lo tanto, la idea de que la vida surgiera en uno de los dos planetas para ser después “transportada” hasta el otro, resulta más que plausible. Por último, la dinámica orbital de Marte y de la Tierra hacen que sea cien veces más fácil para una roca viajar de Marte a la Tierra que al revés. Por lo que si la vida efectivamente surgió primero allí, algunos microbios habrían podido perfectamente “trasplantarla” hasta la Tierra, de modo que todos seríamos sus descendientes.
¿Porqué con tantos miles de planetas en el Universo tendríamos que ser los únicos con Vida?
Una vez más la ciencia aquí es la única que hasta el momento se encuentra en capacidad para resolver ésta cuestión, pero como se ha formulado: "la Vida Extraterrestre NO se confirmará desde el espacio sino desde aquí mismo en la Tierra (!)".
Cuatro paradojas determinan científicamente hoy los orígenes de la vida en la Tierra, dos de las cuales son determinantes:
1. La Paradoja del Alquitrán
2. La Paradoja del Agua
La Paradoja del Alquitrán es bastante simple de entender: Si se le pone energía a la materia orgánica se convierte en asfalto (brea), pero NO en vida (!), hace muchos años la Tierra estaba llena de materiales orgánicos en cadenas de carbono, hidrógeno y nitrógeno que se cree hoy son los componentes básicos de la Vida. Dada la Paradoja del Alquitrán, estos materiales orgánicos deberían haber degenerado en asfalto (brea), la pregunta es, ¿Cómo es posible que los materiales orgánicos en la Tierra primitiva lograron saltar su destino asfáltico a algo que tenía acceso a la conocida evolución darwiniana? (!).
La Paradoja del Agua por su lado es un poco más compleja y nos sumerge en la genética. La cuestión se resume en los siguiente, si los materiales orgánicos escapan a su destino asfáltico sus cadenas de RNA (ácido ribonucléico), aquel que muchos coinciden es el primer polímero genético (clic para ver), No se podrían ensamblar en aquellas largas cadenas o hebras dentro del agua debido al alto poder corrosivo y de afectación al RNA que interrumpe la catálisis de la evolución y recombinación de las proteínas, ADN (!). Muchos creen que el agua es necesaria para la creación de la Vida pero la Paradoja del Agua demuestra que ésto No es necesariamente es correcto (!).
Para Steve Benner (científico que confirma todo esto) las Paradojas del Alquitrán y el Agua se resuelven con la ayuda de dos (2) grupos importantes de minerales: el Borato y el Molibdato ambos estabilizan los elementos orgánicos junto al carbono y al oxígeno facilitando la evolución para la Vida como la entendemos.
Sin embargo ambos elementos resultan ser muy escasos en una Tierra primitiva inundada en agua y a la vez escasa en oxígeno donde principalmente el Molibdato se oxidaría rápidamente dificultando el formar una secuencia efectiva de RNA lo que llevaría a pensar a Benner en el planeta Marte, aquel planeta donde hace 3 o 4 billones de años el agua No era tan abundante y el oxígeno era superior al de la Tierra, estudios muy recientes confirman incluso la presencia de Borato en Marte.
Se trata entonces de los minerales adecuados en los momentos adecuados en los planetas adecuados.
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