El deseo de descubrir el mundo y el fútbol como medio de alcance. O la dulce pasión por el balompié y la cultura de cada rincón como presentación de cada estilo de juego. Las dos grandes aficiones de Axel Torres dan como resultado una persona capaz de disfrutar del balón en sí, independientemente de la red en la que acabe. Sabe que el fútbol es algo más que ganar, aunque ganar sea lo mejor de todo. Y ésa es su suerte, porque perder es lo normal.
TENGO QUE DECIR QUE EN EL MINUTO 4:30 HABLA SOBRE LO DE VER FÚTBOL POR DESCUBRIR A UN JUGADOR QUE NO SABÍAS QUE EXISTÍA. Me he emocionado escucharlo porque es lo que me pasa a mí. Me fascina ese momento y el que lee mis post sobre Promesas del fútbol, hablo de ese tic que me dá el cerebro cuando me pasa lo de Axel.
Y sobre lo de la complicidad entre equipo pequeño y su afición en comparación con equipos grandes, me dí cuenta la segunda vez que visité el Camp Nou en 2009, si lo comparo con mi Lucena CF. La primera estaba flipando en 2006 y no repercutí en ello.
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