Cerca de 22.000 pollos de una granja del municipio castellonense de Traiguera han muerto asfixiados tras la caída de un rayo en las instalaciones de la explotación. Éste provocó un fallo en el sistema de ventilación, que dejó de funcionar, causando la muerte de la casi totalidad de aves que había en la explotación, así como varios daños materiales en la granja.
Según las primeras investigaciones, los animales murieron asfixiados al apagarse todos los sistemas automáticos de la granja y no funcionar el sistema de ventilación forzada.
Los propietarios de la granja han dado parte del correspondiente siniestro y se encuentran ahora pendientes de la visita de los peritos. Por su parte, la Associació d'Usuaris de Casetes de Castelló ya ha efectuado la retirada de los animales muertos.
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