La misión Stardust de la NASA ha confirmado la teoría de que los cometas provienen del interior del sistema solar, reveló una investigación difundida este jueves por la revista Science.
Según científicos del Laboratorio Libermore y de la Universidad de Washington, el estudio de una partícula del cometa Wild2 respalda la idea de que los cometas, como los meteoritos, contienen material que se formó en el sistema solar. Después de su formación esos materiales fueron expulsados hacia las regiones externas del sistema incorporándose a la masa de esos cuerpos celestes.
Según la científica Jennifer Matzel, una partícula enviada a la Tierra por la cápsula Stardust no parece contener el isótopo aluminio-26, lo que implica que se cristalizó 1,7 millones de años después de la formación de los materiales sólidos y más antiguos del sistema solar. Esto significa que el material de las profundidades del sistema viajó a las regiones externas en un período de al menos dos millones de años, señaló. A comienzos de 2006, en una aproximación a la Tierra tras un viaje por el sistema solar, Stardust desprendió un paracaídas en el que se guardaban materiales del cometa Wild2.
En el análisis de la partícula recogida en las inmediaciones del cometa por Stardust también participaron científicos de la Universidad de California y del Instituto Smithsonian, en Washington.
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