«¡Uff, vaya la que se ha montado!»
El alero del Unicaja ha sido el protagonista absoluto a nivel nacional tras su explosión del domingo ante el Asefa Estudiantes, con los 31 puntos anotados.
En un país en el que solo se habla de baloncesto a nivel nacional en momentos determinados o cuando está la selección española de por medio, el nombre de Abrines aparecía ayer en todos los medios de comunicación. Su gesta de convertirse en el jugador más joven en anotar tantos puntos ha sido el reclamo perfecto, pues reúne todos los ingredientes que requiere el gran público. Incluso algunos medios internacionales lo calificaban como «el nuevo chico de oro del baloncesto español».
Aunque tanto el Unicaja como su agente han tratado de protegerlo del circo mediático, el vendaval Abrines superó cualquier barrera. «Lo de Twitter ha sido increíble. En solo un día tengo más de 500 seguidores nuevos. Una locura», explicó el alero mallorquín, que ha agradecido como ha podido tantos elogios en esta red social. Su partido tampoco pasó inadvertido para la Liga Endesa, que lo incluyó en el mejor quinteto de la jornada.
Con el nombre de Abrines en boca de todos, los expertos comienzan a repartirse los honores sobre su descubrimiento, pero la realidades es que este jugador no estaba ni federado antes de recalar hace dos temporadas en el Unicaja. El club malagueño hizo un enorme esfuerzo para ficharlo, pues su familia quiso que en todo momento se diese prioridad a los estudios, por eso solo firmó por una temporada. El verano pasado amplió ese contrato dos campañas más.
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