CASA DE ARENA Y NIEBLA

SIPNOSIS: Una jóven mujer divorciada (JENNIFER CONELLY)pierde la posesión de su casa por no cumplir los pagos de impuestos correspondientes y entra en remate. La vivienda es adquirida por una familia iraní( Ben Kingsley y Shohreh Aghdashloo) venida a menos, cuya compra es la realización del sueño americano para ellos y ponen hasta el último centavo que les queda. Ninguno es mala gente, nadie tiene malas intenciones para con el otro. Pero la propiedad fué rematada a un valor mucho menor del real y la muchacha considera que fué victima de una estafa legal y comienza un pleito para tratar de recuperar la casa, con la ayuda de uno de los policías del caso.

Rara es la ocasión en que un film nos regala tal elenco de interpretaciones arrebatadoras, tanto J.Connelly, como B.Kingsley o Shohreh A. bordan unos personajes que hacen de una historia en principio sencilla un sublime drama que la mente resistirá olvidar. Film duro, directo, sin concesiones y lejos de cualquier tipo de juicio o maniqueismo. Pura tragedia shakespeariana que se clava en la retina del espectador y se aloja en su interior regalando lo que cuando el cine es arte debe regalar, una experiencia inolvidable. Imprescindible.

Sencillamente la belleza tanto física como interpretativa de J.Conelly es deslumbrante pero si hablamos de Ben K. es que no hay palabras para describir esos gestos.

El mensaje que deja es muy fuerte, devastador y doloroso. Uno se siente demasiado vacío después de verla, lo que abunda es la reflexión que nos hace entender que a veces nos quejamos demasiado por idioteces pero hay gente que de verdad la pasa mal y ni siquiera tiene el derecho de quejarse porque no es escuchada por un sistema maldito y burocrático.

Me sobrecogió y me sorprendió. Sensible hasta las lágrimas pero por sobre todo impecable pues es la empatía que generan sus personajes la que motiva esta emoción. Por ahí alguien dijo que era mucho drama por tan poca cosa; yo no creo que se necesite demasiado para poner nuestra vida al límite y hay situaciones que sencillamente nos superan y no encontrándonos en nuestro mejor momento pueden desencadenar el mayor de nuestros dolores... No hay ningún drama barato en la película, sólo situaciones complicadas, aparentemente simples, que pueden arrancarnos el alma.

"Es tan difícil encontrar una película que no tome partido (...) "Casa de arena y niebla" permanece íntegra y te rompe el corazón." (Roger Ebert: Chicago Sun-Times)