Lo de estar en las nubes podría ser tal cual dentro de veinte años,
cuando su cerebro sea inmortal. El director de ingeniería de Google
predice la posibilidad de guardar todos sus recuerdos. Todos. En la
nube. No se ría. Al ritmo al que va la ciencia, con la inyección de
microchips su cerebro estaría conectado a esa despensa virtual de
recuerdos, eternos en el tiempo. De esta forma, de esa nube lloverían
pensamientos ya olvidados. Pero este visionario va más allá. Si logran
que el cerebro sea eterno también usted podría serlo. A través de un
avatar. Un robot casi idéntico a alguien fallecido. La reencarnación
tecnológica. El futuro viene pisándonos los talones.
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