Según la Real Academia Española un “piropo” es un “dicho breve con que se pondera alguna cualidad de alguien, especialmente la belleza de una mujer”. Lo que se calla el diccionario es que, en multitud de ocasiones, lo que algunos consideran un piropo otros lo ven como una forma de acoso callejero. Por mucho que le pese al macho ibérico, la mayoría de los cumplidos que reciben las mujeres de parte de un desconocido no dejan de promover el domino de ellos sobre ellas. Y eso no es galantería, es sexismo.
Ni que decir tiene, que el acoso callejero no es un fenómeno exclusivo de España. Según la ONG Stop Street Harrasment, el 80% de las mujeres de entre 12 y 30 años han recibido alguna vez un comentario fuera de tono mientras paseaban por la calle. Parece que las mujeres, sencillamente, tienen que convivir con ello e ignorar las barbaridades que les dice cualquier desconocido. Si se enfadan, es que se están tomando las cosas demasiado en serio. Y, claro, no hay nada que les proteja de este tipo de acoso.
De un tiempo a esta parte se han sucedido las iniciativas para denunciar este tipo de agresiones, que suelen pasar totalmente desapercibidas. La última, que está teniendo una gran repercusión en los medios anglosajones, ha sido protagonizada por la actriz Sonjeong Son y la directora Ginny Leise, que han decido rodar un vídeo haciéndole a los hombres lo mismo que suelen hacer con ellas.
Son se dio un paseo por un parque del centro de Nueva York realizando lo que se conoce como Drive-by Street Harrassment, una forma de acoso callejero que consiste en decirle alguna barbaridad a una mujer y salir pitando sin que a esta le de tiempo a reaccionar. Pero la reacción de ellos fue muy distinta de la que suelen tener las mujeres.
Darle la vuelta a la tortilla
“¿Tu crees que los hombres que no practican este tipo de acoso tienen alguna idea de que las mujeres lo sufren con regularidad?”, se pregunta Ginny en el vídeo. Para Son no cabe duda: “Los hombres no son conscientes de esto”. En su opinión, no tienen ni idea del miedo que tienen muchas mujeres cuando van solas por la calle.
En el vídeo Son le dice guarrerías a hombres de todas las edades y razas. Exceptuando un señor, todos los hombres del vídeo reaccionan de la misma forma: miran confundidos, pero sonríen. Sencillamente, les gusta.
Es posible que los hombres no disfruten del acoso, pero como no están acostumbrados, se quedan sorprendidos y les hace gracia. Lo cierto es que no es lo mismo que una mujer protagonice el acoso, porque para los hombres no es tan amenazante e indeseado. Aunque habría que ver lo que ocurriría si tuvieran que enfrentarse a ello a diario.
Para Ginny sólo hay una conclusión para el experimento: “La lección aquí es que nadie ha aprendido nada”.
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