En las fases iniciales del sueño, los niveles de energía se incrementan drásticamente en regiones del cerebro que se han descubierto activas durante las horas de descanso. Por tanto, una oleada de energía celular durante el sueño recargaría al cerebro para que éste pudiera llevar a cabo los procesos corrientes de la vigilia.
Esto es lo que revelan, según Tendencias 21, los resultados de un estudio realizado por investigadores de la Harvard Medical School de Estados Unidos. Hasta ahora, se sabía que el descanso nocturno suponía importantes beneficios para el cerebro, pero las evidencias de estos mecanismos biológicos beneficiosos, subyacentes al sueño, no habían podido establecerse.
Los investigadores midieron los niveles de adenosina trifosfática (ATP), que es un tipo de energía química de las células, en ratas. Así, descubrieron que los niveles de ATP en cuatro áreas del cerebro normalmente activas durante la vigilia se incrementaban en estos roedores durante las horas de sueño no-REM.
Al mismo tiempo, el resto de la actividad cerebral decrecía. Los científicos deducen, a partir de estas mediciones, que el sueño es necesario para que la energía ATP surja, y que si las ratas se mantuvieran despiertas, dicho incremento energético no se produciría y, en consecuencia, tampoco el proceso restaurativo cerebral que acompaña al sueño.
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