Desde casi cincuenta metros, y sin dejar caer el balón que le venía de la cabeza de un compañero, Mascara vio adelantado a Amelia, meta del Palermo, y empalmó un disparo bombeado que se coló en la meta contraria. Un tanto digno de los más grandes y de los que se ve de tarde en tarde.
Precedentes: en el fútbol español podemos remontarnos al que Hagi, con el Barça, le marcó al Celta de Vigo hace más de una década; en Inglaterra, Beckham con el United al Wimbledon en 1996; en Italia, han tirado de archivo y recuerdan los de Quagliarella (2006-07 en un Chievo-Sampdoria), Recoba (en un Empoli-Inter de la 2002-03) y Maradona (en la manita del Napoli al Verona en la 1985-86).
No hay comentarios:
Publicar un comentario